En principio, me gustaría pedir disculpas por tener tan abandonado mi blog. Aunque sea por respeto hacia aquellos que desinteresadamente se molestaban en leer estas líneas. Pero algunos sufrimos el mal del autónomo. Demasiados burgueses para ser proletarios y demasiados proletarios para ser burgueses. Son muchas las cosas que nos quitan el sueño, y ocupan nuestros pensamientos. Como pagar el sacro diezmo a este estado, mientras veo como se me clavan en el hígado cada punto que sube los tipos de interés en la hipoteca que ya me costó poder conseguir. Evidentemente, da igual si tienes trabajo o no, que bancos y políticos siempre te extiende la mano para reclamar sus cuotas.
Pero no es momento de lloriquear, que para eso siempre hay tiempo. Si no de reflexionar. Reflexionar de este año 2007 ya entrado. En el que comencé con cosquillas de esperanza, mientras comía de un castellano cordero regado igualmente con un castellano espumoso, un Señorío de Orgaz. Alegrando con corazones con una botella de anís a son de una zambomba.
Evidentemente caí en que estamos en año electoral, periodo en el que los ayuntamientos y gobiernos autonómicos después de estar tocándose el violón durante 3 años, se ponen ”manos a la obra”. Problemas que antes no se escuchaban ahora se solucionan a bombo y platillo. Evidentemente, en aquellos ayuntamientos, como el mio, no hace falta arreglar del todo las cosas. Con que lo parezcan, basta. Sobre todo cuando la mayoría de viviendas de protección oficial se las facilitan a funcionarios afines y gente del partido de turno en el gobierno municipal. Es una sencilla manera de adecuar el censo de la ciudadanía.
Lo triste es que después de dos legislaturas del Partido Popular, algunos llegamos a creernos que el PSOE solucionaría la burbuja inmobiliaria que se tambaleaba sobre unos tipos de interés bajos hasta el momento. Ahora que el precio de la vivienda, junto con hipotecas imposibles, hacen que el gobierno estatal se preocupen más porque la juventud no se emborrache con vinos del Ribera del Duero, de La Rioja, de Navalcarnero (muy afamado en otros tiempos) o de Valdepeñas. ( y no de los licores que venden en ciertos establecimientos, que no conocen los convenios laborales) En vez, de molestarse en dar soluciones reales.
Evidentemente, es más importante proteger los intereses estatutarios de la periferia, por parte del gobierno estatal y a la cabeza, el ministro de industria que poco barre que no se para los suyos (como su predecesor) mientras las inversiones en tierras olvidadas como Soria no permiten prosperar, otras siguen recibiendo más (y digo más) de lo que aportan al conjunto.
Pero en eso seguimos los madrileños, sufriendo el mal gobierno del PSOE en el estado, y a la señora Esperanza Aguirre, (buque insignia de los legionarios de Cristo, OPUS DEI, y clase empresarial caduca y elitista) que nos regalan lindezas del PP (alias hooligans de la política, hipocresía democrática …) como convertir los parques públicos ya aprobados su construcción, para que el pueblo disfrute de un poco de paz y tranquilidad, en campos de golf para disfrute de aquellos que puedan pagarse el club de socios. O condecorar solo a las victimas muertas en Afganistán en la legislatura actual, y no las caídas en tiempos de Aznar. Como el hecho de negar las ayudas económicas a la mayor asociación de victimas del 11M por no ser de su agrado
Lo peor de todo, es que este ya estrenado 2007, nos ha traído otra vez a la cabeza, el delicado problema de cambio climático. Algo que a los castellanos nos afecta gravemente por la desertización, los problemas de agua… Nuestras clase política y empresarial no está a la altura de las circunstancias. Supongo, que tan sumergidos están en la cultura del pelotazo, solo nos permitan recalificar las tierras de Guadalajara, para convertirlas en nuevas zonas urbanizables de playa cuando los casquetes polares se derritan.
Ésta es la reflexión a la que llego. Que mientras los castellanos necesitamos estar más unidos que nunca, y vemos impasibles como un futuro incierto nuestra propia identidad como pueblo (desgajados en cinco autonomías), nuestro techo competencial dentro de un estado asimétrico, y no clase política bipartidista que nos considera el granero de votos de su España, nosotros seguiremos sentados frente al televisor. Interesados en saber quién a fornicado con quién y por cuanto vende la exclusiva.