Día de la Constitución

Me gustaría para comenzar estas líneas, expresando mis condolencias y mi solidaridad con la familia del asesinado por ETA en Azpeitia (Guipúzcoa). Ignacio Uria Mendizabal, de 71 años muerto por dos tiros.

Es curioso ver como los terroristas matan ya hasta los vascos con «Rh negativo» (y además, amigos de Arzalluz) para impedir las implementación de la Y vasca (Que no deja de ser la empresa estatal ADIL, pero con imagen corporativa vasquista).

Unas infraestructuras que son sufragada en gran parte con los impuestos de aquí, porque la constitución que hoy celebran ( y que solo sirve para bajar al mercado a por una caja de leche y encontrártelo cerrado) recoge la insolidaridad fiscal legalmente contemplada para Pais Vasco y Navarra. Es decir, que lo que no ponen los vasquitos de pie a las arcas del estado, lo ponemos los gilipollas de siempre, nosotros, los castellanistos de a pie de Madrid.

Porque esta constitución, contempla ciudadanos de segunda y de primera. A unos los define como nacionalidades y a otros como regiones. Ejemplo de cómo se creó la poltrona autonómica convirtiendo Madrid en una región artificial. Y no, como hubiera sido lo lógico, vertebrando en estado en nacionalidades reales, y con ella la nacionalidad histórica por derecho propio de Castilla.

Además, esta constitución, en la que fue innegociable el debate de la monarquía que nos la metieron por narices. Sí, es encomiable el papel de rey (heredero legal de Franco) en la transición del régimen dictatorial al democrático. Pero esta institución y todo lo que conlleva, hoy no nos está prestando ningún servicio útil por el coste que nos supone. Un deber de mediador entre los derechos y deberes de los ciudadanos que no hace, amiguismos con las elites empresariales catalanistas y familia política del PNV hacen de este monarca y a su progenie, invalido para representarnos (sin que se le haya votado por lo menos su aceptación).