¡Madrid es castilla!

La historia es como un paisaje. Ha de observarse desde cierta distancia, para poder contemplar el conjunto de forma heterogénea. Solo con la distancia propia que dan casi dos décadas, de la creación artificiosa de la Comunidad Autónoma de Madrid en 1983. Máxime, cuando los tiempos que corren necesitan de mente abierta. O por lo menos, recuperar la mentalidad de los padres de la primera republica de España y el primer pacto federal castellano de 1896 (que incluían la representación de las 17 provincias castellanas). Sobretodo, después de casi 30 años en democracia.

Cuando ésta, la democracia, estaba con sus primeros pañales, nací oficiosamente castellano nuevo. Puesto que Madrid, ya conquistado en 1038 por unos pocos segovianos, formaba parte de Castilla la Nueva. Pero la política española de finales de los 70 y principios de los 80, solo entiende de titulitos e historia cuando rédito electoral o dinero para sus bolsillos.

Lo podemos comprobar como los madrileños, nos hemos convertido en el valuarte de las españas, la herramienta de los intereses palaciegos estatales, los fieles borregos de la defensa rancia de la patria única. Cuando precisamente, como castellano, siento amargura que hemos sido los perdedores nuevamente. Porque ya lo decía Claudio Sánchez-Albornoz :

Castilla hizo España, y España deshizo a Castilla.

No solo por ser el único pueblo cuya nacionalidad tendría que haber sido reconocida, como indica la constitución de 1978. No solo por ser la única región fragmentada en 5 artificiosas comunidades autónomas. (Cantabria, Castilla la mancha, Castilla y León, La Rioja y Madrid). No solo por la extraña culpabilidad que en nuestra historia ha recaído, gracias a las bastardas y extranjeras dinastías de Austrias y Borbones. Gracias también a la usurpación de nuestras señas e historia por parte del más rancio españolismo. Y al fomento de estos agravios por parte de intereses de la alta burguesía periferica.

Madrid, sufre desde su extraña escisión de la mal llamada Castilla-La mancha (La Mancha, una de las mayores comarcas de Castilla, en la cual pertenecen partes de las provincias castellanas del sur, menos Guadalajara) la más feroz política urbanística. Que nos convierte en un oasis en un desierto de demográfico y de infraestructuras. Dando la espalda así nuestro más inmediato y natural extesión, Castilla. En la nuestro politicos de rancio abolengo, perpetúan cerriles y caciquiles medidas para nuestra mayor disgregación. Mientras que para bien o para mal. Otras regiones ahondan en la ampliación de las competencias, financiación y reconocimiento nacional como pueblo. Y no, no me refiero a Cataluña ni a País Vasco (Euskadi en euskera). Si no a comunidades controladas por el PP como la valenciana, la gallega hasta hace poco. O el caso de la propuesta de nuevo estatuto de Andalucía, bajo el PSOE.

Mientras tanto, nuestra “querida” presidenta Esperanza Aguirre, convierte nuestros medios de comunicación, en el mayor bastión de la manipulación y desinformación partidista. Que nada tiene que envidiar a organismo catalanes por poner un ejemplo. O el abandono que a propiciado su gobierno, del consejo de comunidades castellanas firmada por su antecesor, junto con los presidentes de Castilla Norte y castilla Sur. De las pésimas gestiones a nivel cultural y ecológico que se viene haciendo en la en las fronteras artificiosas y administrativas de la meseta castellana.

Por la regeneración democrática, por la recuperación de de la memoria de los héroes comuneros de 1521 y la esencia castellana. Por la correcta vertebración de de los pueblos de España

¡MADRID ES CASTILLA!