Dice la constitución española de 1978 en el artículo 2: «España se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación Española, patria común e indivisible de todos los españoles» Aunque a renglón seguido ««reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas».« Vemos pues, que esto de la constitución, es un pitorreo tanto para centralistas (PP-PSOE) como para los “perifericos“. Ya que queda demostrado, que al margen de retoricas y de papeles, España no es una nación-estado. Puestos que unos, son reconocidos como tal (y auque no se lo reconozca, que para eso tienen su Blilioteca nacional, su teatro nacional, su seleción nacional...) Pero el problema no es ese. Si no que mientras algunos van cimentando su autogobierno e ideosincrasia. La clase política, muy traidora ella para con nosotros, mientras firman y pactan para una mayor autonomia y reconocimiento „nacional“ en la perifería (galicía, Andalucia, Valencia, Cataluña...) en nuestra tierra (eso sí, bien fraccionada en regiones localistas y cacequiles) estamos quedando en el bagón de cola. Agrabando las diferncias en el reparto de la riqueza, y en la asimetría de la financiacón y autonomía (no de forma justa, si no previo pagos de favores) Castilla, necesita reunificarse, para no quedarse una vez más sola y olvidada. Necesita de un peso para competir dentro y fuera del estado. Y dotarse de los medios necesarios para su progreso, sin tener (ni esperar) ayuda de nadie. Necesita que se la reconozca su nacionalidad por derecho propio e historico, siendo así, reconocido en la constitución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario