He de reconocer que tengo muy abandonado mi blog. El poco tiempo que tengo, los quebraderos de cabeza que dan las cosas del dinero, y la desidia que me produce el panorama socio-político que me rodea, han provocado esta dejadez. Pero siempre se me ocurren ideas de las que hablar, de poder desahogarme, de criticar esa actualidad que nos insulta cada mañana. Uno, quiera o no, se topa con cantidad de falsedades, subjetividades malintencionadas o injurias ignorantes.
Mi intención es (si puedo mantenerla con cierta regularidad) la de recopilar el ingente volumen de “mala prensa” generada desde hace siglos hacia Castilla y lo castellano. Recrudecido en los últimos tiempos con nuestro “vecinos autonómicos” y los medios extranjeros.
Es curioso comprobar como nuestra generación y las de nuestro padres y abuelos, han crecido con una especie de estigma interno e internacional. Esa “leyenda negra española” siempre enfocada a Castilla, y que disimuladamente otros se han distanciado con risitas y diciendo “¡pringao!”.
Podemos comprobar en nuestras carnes más recientes, como los medios franceses e ingleses se han cebado con los anfiteatros futboleros (parroquias que no son de mi devoción, todo sea dicho) a raíz de facilotas denuncias de racismo o brutalidad policial.
Está todavía caliente el circo provocado por los seguidores del Olympique de Marsella en Madrid, con motivo del encuentro deportivo con el Atleti. En el que el presidente del club franchute acusa a la policía de Madrid, de provocar a los aficionados y cargar injustificadamente contra unos simpáticos ultras que escupían y lanzaban objetos a los seguidores atléticos de gradas más abajo. Y usar la brutalidad, contra unos majetes que arrancaba asientos para lanzárselos a los cuerpos de seguridad. Y de tener “secuestrado” a un menda, que por allí se le ve intentado mediar, pero aquí se han visto las imágenes de cómo metía cizaña igual o más que los demás. Provocando a un policía heridas que precisaron siete puntos de sutura. Vamos, que desde la ejecutiva del Olympique, acusada de corrupción, y las diversas trifulcas montadas por los ultras de ese equipo, son los más adecuado para enseñar “deportividad”.
Además, que aun se masca la continua referencia de los medios británicos, al racismo y violencia de los entornos españoles (y aquí no es cosa de hacer patria común). Pero me hace gracia, que los exportadores del termino “hooligan” y de sus consecuentes lacayos en tierras mesetarias, dejando bares secos de cerveza, y grescas en la calles. Se regocijen de la paja ajena y no vean la viga que tienen metida en el intestino grueso. No, oiga, estos macarras/ skinheads/ hooligan británicos van por ahí respetando a las minorías étnicas.
O como olvidar la muerta a sangre fría del ciudadano brasileño por parte de la policía londinense con motivo de los atentados en Londres.
En fin, que si me es posible, iré recopilando las falacias que sobre Castilla y lo castellano se han ido realizado, supongo que englobadas en tres categorías:
Mentiras del nacionalismo periférico y centralista
Mentiras internacionales (Europa y América)
Mentiras de la Reconquista iberica.
Copón, esto parece digno de una enciclopedia.
